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dito – Antecedentes
Cuando escribía los faxes en aquel entonces usuales desde Argentina a mi esposa Ulrike, nuestros hijos pequeños también querían leerlos. Para que esto fuera posible, solía adjuntar unas ilustraciones a las palabras para complementar el significado de lo escrito. De esta manera nuestros hijos también podían leer mis mensajes y mis faxes se coleccionaban pegándolos al interior de la puerta de un armario. Más tarde, a petición de nuestros hijos, se hicieron dos pequeños libros de recuerdos con esos mensajes (Papis Fax’es).
Después, cuando trabajaba como guía de aprendizaje en la escuela „Freien Hofschule Salzburg“, se dio la situación que un niño me pidió que lo ayudara con un dibujo. Respondí, disculpándome y con sinceridad, que no sabía dibujar. Entonces el niño respondió: „Pero Señor Horstmann, usted siempre nos dice que si hay algo que no sabemos hacer, debemos seguir intentándolo“.
dito – justo me enfrentaron con lo que yo había dicho antes! Inmediatamente sentí que me habían pillado y ese mismo día comencé a dibujar.
Un enfoque importante en mis dibujos era el objetivo declarado de observar a los niños con atención y documentar los resultados de las más diferentes maneras posibles. Decidí usar mis dibujos para mejorar mis capacidades de observación y documentación. Un punto esencial eran mis cuentos con monigotes que describían las rutinas diarias del proyecto de investigación de aprendizaje y que solía dibujar mientras los niños escribían sus diarios de aprendizaje. La mayoría de las veces, después de haber terminado sus tareas, los niños se me acercaban para ver mis dibujos.
Un „intermezzo“ gráfico fue mi torpe intento de reunir en pequeños libros de memoria complementados con algunos dibujos los „Cuentos de gnomos del bosque y de ardillas“ que les había contado a mis hijos para dormirlos.
A continuación comencé a dibujar de forma independiente historias y actitudes cotidianas a través de mis monigotes, que, inspirados en mis antecedentes, llamaba „ditos“. Esas historias les serán familiares a muchos observadores ya que hablan sobre la vida cotidiana. Sin embargo, a algunas personas – y eso es mi objetivo principal – les traerán recuerdos de ciertas situaciones de sus propias vidas. Especialmente me importa dicho replanteamiento y por lo tanto la oportunidad de cambiar ciertas actitudes.
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Gesto y contenido.
Igual que antes, todavía prefiero dibujar desde una idea espontánea; esencialmente sin correcciones. Estoy menos preocupado por la brillantez del trazado o la terminación, sino más bien por una manifestación más auténtica y por la transmisión de mis sentimientos, actitudes o situaciones. Quiero retratar la vida real y entrar en conversación con los observadores al respecto. Me considero un narrador dibujante, no un artista.
La simplicidad del dibujo y la cotidianidad del contenido son fundamentales para la accesibilidad de los dibujos para cada observador/a. O sea que entiendo “dito” como otra iniciativa más para la democratización del arte en el sentido de que quisiera contribuir a reducir la inhibición de tratar con el ‚arte en su sentido más amplio‘.
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Comunicación e imágenes
Indudablemente la comunicación humana y el consumo de medios han sufrido cambios masivos a través de la digitalización. La duración diaria del uso de dispositivos digitales (PC, teléfono móvil, computadora portátil) por jóvenes superó ya en el año 2015 las tres horas. Para ello los videos en youtube, las fotos en Instagram, etc. se complementan con selfies y emoticones (emoción e icono). Los emoticones representan los vehículos digitales de los sentimientos, en una comunicación que se distancia en gran medida de la lengua, la escritura y las cartas escritas con tinta.
Por lo tanto, mis dibujos “dito” satisfacen la creciente necesidad de comunicación gráfica, sin embargo ofrecen una plataforma altamente individualizada sin procesos digitales. Accesibles a través de canales digitales, los auténticos “ditos” dibujados a mano crean una tensión que ayuda a cuestionar la calidad del término ‚redes sociales‘. Destacan por ofrecer un acceso inesperadamente directo y personal a los sentimientos y pensamientos representados por los dibujos.
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Idea fundamental
“dito” me interesa a través de la excitante relación triangular construida por mí entre el significado verbal (= lo dicho) la forma de expresión figurativa (el dito – monigotes ilustrados) y la expresión literal en inglés „do it“ (hazlo, actúa).
Lenguaje
dito – derivado de detto, es el participio pasado del verbo italiano „dire“ (latín: dicere) = decir, y se traduce como: „dije, diciendo“. Los sinónimos lingüísticos son: lo mismo, como dije. El lenguaje como actividad cultural humana básica permite el intercambio de información, la creación de comprensión y la transmisión de conocimientos. En efecto, “dito” habla principalmente de forma no verbal, por lo que funciona independientemente del idioma y de áreas lingüísticas. “Dito” es globalmente comprensible y siendo una forma de comunicación simple y muy reducida, sin más explicaciones lleva a la comprensión y al análisis. Eso es mi objetivo.
Los dibujos (mi lenguaje – mi forma de comunicación) a menudo describen el pasado, repiten cuentos y así remarcan lo „vivido“, siguiendo la idea de pensarlo, reflexionarlo – aprender y reconsiderarnos y nuestro comportamiento tanto como nuestros papeles. Se trata de comprenderse y desarrollarse como un ser social para que nazcan consecuencias adecuadas para ponerlas en práctica mediante nuestras acciones.
Figura/dibujo
“dito”, como monigote, es la reducción radical de la representación humana y no accidentalmente la más antigua (petroglifos rupestres de la Edad del Bronce en Tanum). También es nuestra primera representación pictórica de seres humanos que realizamos como niños pequeños, nuestros comienzos en la creación artística, en la representación de nuestro entorno y nuestro mundo. Usando el círculo y la línea (R. Steiner: la curva y la recta) utilizo los dos símbolos más antiguos y más simples. La línea recta representa la separación, la dualidad, la contradicción y la conexión entre lo separado. El círculo es el símbolo para lo perfecto, lo cerrado, lo divino y la unidad universal.
En el arte moderno, los monigotes simplificados ya se han utilizado varias veces, por ejemplo de A.R. Plenck, Harald Naegli (grafitero de Zurich), Joel Shapiro, Matt Mullican y probablemente los más conocidos son de Keith Haring y Jean-Michel Basquiat.
En mis dibujos y cuentos, el monigote representa la dinámica social orientada a la acción del individuo humano, así como la responsabilidad humana – para el trato social de los problemas globales (por lo tanto: do it (hazlo – “dito”).
Figuras individuales
Gestos o actitudes particulares son suficientes para expresarnos, para transmitir una información. Nuestro lenguaje corporal y nuestros movimientos juegan un papel mucho más importante en nuestra comunicación de lo que la mayoría de nosotros nos damos cuenta. Con nuestras palabras y movimientos les contamos a nuestros prójimos algo sobre nosotros. Estoy muy interesado en estos mensajes no verbales, pero no obstante tan importantes para el intercambio con otras personas, por lo cual forman una parte importante de los dibujos “dito”.
Cuentos dibujados
Las primeras historias “dito” aparecieron en mis faxes que escribía a mi familia desde Argentina alrededor de 1998. Encontraron su continuación en mis „informes diarios“ dibujados en la escuela „Freie Hofschule Gaisberg“ (a partir de 2005). Los cuentos de situaciones cotidianas reflejan la historia experimentada, permiten la identificación, requieren la reflexión sobre la propia conducta o enfrentan con otros modelos de comportamiento – o sea fomentan el debate.
Burbujas de discurso (bocadillos/globos)
Hace un año decidí trabajar con burbujas de discurso (= bocadillos o globos) lo que facilita la transmisión de ciertos contenidos de forma más precisa a través de „palabras no dichas“. Para aumentar la interactividad de los dibujos utilizados en el proyecto „Por qué EUROPA“, ese complemento me pareció apropiado y necesario para poder poner en discusión ciertos argumentos.
Gesto o personaje
El dibujo sacado propiamente de la vida señala lo realmente esencial: el contenido, el mensaje. No me importa la imagen, sino más bien que ésta sea una portadora y que exprese mis mensajes personales de una manera comprensible, o incluso los transmita al observador.
El gesto o carácter intencionadamente desenfadado y ligero de los dibujos reduce el „umbral“ entre el observador y mi persona y facilita nuestra comunicación. El planteamiento humorístico que se percibe a veces en los dibujos significa también un medio consciente para aumentar o intensificar el intercambio. Si bien mis “ditos” solían tener caras en el pasado, en el transcurso del tiempo conseguí otra reducción más y el gesto y la postura ganaron aún más importancia.
Si, al mirar los “ditos”, surge la idea: „Yo también puedo hacer eso, eso no es arte“, entonces casi gané. Porque eso es lo que me importa – cada uno de nosotros puede y debe hacerlo uno mismo, tanto dibujar (monigotes) como reflexionar sobre nuestro comportamiento y aprender de ello, para poder participar de forma responsable en la creación de la sociedad.
do it – ¡hazlo!
El concepto de “dito” es la invitación proverbial (¡hazlo!), derivado de las mismas letras de „do it” – (¡hazlo!).
El llamamiento a la acción se refiere a la obligación social de cada individuo de participar activamente, de participar en la “obra de arte universal” (J. Beuys) de la sociedad. En ello el trazado de mis dibujos no pretende ser perfeccionista, sino más bien quiere ser una energía de enlace emocional provocando que se diga „yo también puedo hacerlo“ seguido en el mejor de los casos por el impulso de empezar a dibujar – de atreverse a empezar algo nuevo, o sea ¡“do it“!
“dito” significa para mí la necesidad de vivir el aprendizaje individual y social para poder implementar cogniciones comunes en la responsabilidad global orientada hacia la acción.